El proyecto LIFE PRIORAT+MONTSANT avanza con paso firme en su apuesta por la Sostenibilidad Vitivinícola

Con el objetivo de desarrollar un modelo de producción sostenible que buscara la conservación del entorno natural y la reducción del impacto ambiental del sector vitivinícola, arrancaba en el año 2016 el proyecto LIFE PRIORAT+MONTSANT. Una iniciativa liderada por VITEC (Centro Tecnológico del Vino) que, durante un período de 4 años, trabaja junto con las Denominaciones de Origen Priorat y Montsant, la consultora ambiental Lavola 1981 y la Plataforma Tecnológica del Vino de España.

Hoy, con la vista puesta en junio de 2020 – fecha prevista para la finalización del proyecto – el consorcio afronta la última anualidad de LIFE PRIORAT+MONTSANT con un profundo aprendizaje y algunos avances, que apuntan ya a resultados tangibles y beneficiosos para viticultores y enólogos de la comarca del Priorat, transferibles a todo el entorno vitivinícola nacional.

Desde el punto de vista científico-técnico, los principales avances obtenidos por el consorcio, hasta la fecha, han sido los relacionados con la disminución del uso de recursos, tanto en campo como en bodega, incluyendo la gestión hídrica y el uso de fertilizantes y fitosanitarios, con el fin de sustituirlos por productos naturales alternativos y más respetuosos con el medio ambiente.

El proyecto, cuyo título completo es “Eficiencia en el uso de los recursos para la mejora de la sostenibilidad vitivinícola de la comarca del Priorat”, cuenta con un presupuesto total de más de 1,5 millones de euros, de los cuales casi el 60% ha sido cofinanciado por la Unión Europea, en el marco del Programa Life.

GESTIÓN HÍDRICA: USO EFICIENTE DEL RIEGO

Partiendo de un objetivo esperado de reducción de un 10% del consumo de agua por tonelada de uva producida, durante el periodo 2016-2018 se instalaron un total de 11 nuevas estaciones meteorológicas que, junto a las estaciones de red pública ya existentes, han permitido la monitorización completa de 14 zonas climáticas de acuerdo al diseño experimental inicial.

Además, en 9 de estas 14 zonas se llevaron a cabo medidas de estrés hídrico y controles de maduración en viñedo, proporcionando recomendaciones de riego a más de 100 hectáreas pertenecientes a un total de 16 bodegas.

Tras los análisis y el seguimiento de estas parcelas, se concluyó que la reducción de uso de agua ha sido muy superior al 10% esperado, oscilando entre un 21% y un 87% de ahorro en algunos casos. Estos resultados suponen un gran impacto en las bodegas, tanto económico como mediambiental y permiten practicar un riego mucho más eficiente y sostenible en la totalidad de los viñedos experimentales del proyecto LIFE.

REDUCCIÓN DE FITOSANITARIOS Y FERTILIZANTES

Respecto al uso de fitosanitarios, durante el periodo 2016-2018, el consorcio trabajó en productos naturales alternativos para el control de Míldiu, Oídio y Lobesia Botrana. De entre todos los ensayos llevados a cabo, destacaron por su efectividad el uso de óxido de silicio y el polvo de arcilla que, combinados con dosis bajas de cobre, supusieron una de las mejores alternativas a los tratamientos frente al Míldiu. Asimismo, la técnica de la confusión sexual para combatir la Lobesia Botrana redujo el uso de productos fitosanitarios en el 99% de la superficie del ensayo, teniendo actualmente más de 1170 ha de viñedo entre las dos denominaciones de origen en las que se aplica esta técnica.

Para abordar el objetivo de optimización del uso de fertilizantes (dosis adecuada y momento óptimo), se realizó una caracterización nutricional del viñedo mediante análisis de suelo y de hojas para comprobar la asimilación de nutrientes. En total, se llevó a cabo una monitorización de 322 viñedos de ambas denominaciones, con una superficie total demostrativa de 280 hectáreas, facilitando a los viticultores más de 125 informes con recomendaciones de abonado.

MINIMIZACIÓN DEL CONSUMO DE ENERGÍA Y AGUA EN BODEGA

A partir de datos recabados de un total de 19 bodegas involucradas en el proyecto, el consorcio está trabajando en un manual de buenas prácticas para mejorar el rendimiento energético y ambiental de las operaciones diarias de las bodegas.

Recomendaciones que contemplan la identificación y puesta en marcha de prácticas de eficiencia energètica, como son la implantación de sistemas de circuito cerrado en el control de la temperatura de los depósitos o el adecuado aislamiento térmico de las bodegas.

Además, se identificaron un conjunto de acciones relacionadas con la reutilización de botellas, optimización de rutas en distribución y el uso de energía 100% renovable y de optimización del consumo de agua en los procesos de almacenaje, prensa, filtraje y limpieza de equipamiento y superficies de bodega.

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